sábado, 11 de junio de 2016

PREPARANDONOS PARA LA ELABORACION DE NUESTROS PROPIOS HECHIZOS


Realizar un hechizo no es tan sencillo ni tan simple. Es un verdadero arte en si mismo. Es la técnica de
practicar y trabajar, equivocarse y aprender la magia. Es hacer realidad lo que piensas y deseas, en un acto voluntario, usando palabras específicas, y emanando una gran devoción.
Hablamos de hechizos que no dañen a terceros, ni que tengan fines dañinos. A veces esta decisión es complicada y no resulta tan fácil como parece, solo se deben realizar hechizos
que no vayan en contra de otras personas, ya que el universo se encarga de que esas malas energías vuelvan a ti.
Los conjuros o hechizos deben planearse previamente. Son cosas serias que deben estar perfectamente planificadas, como lo harías en cualquier trabajo común. No debes esperar sentarte frente a una vela con un sahumerio, decir unas palabras, y que todo funcione, la magia no es así, se requiere de tiempo y de mucha
concentración.
Algunas personas solo adquieren la capacidad luego de varios años, pero si le das la importancia que se merece y eres perseverante verás resultados mucho antes.
El Conjuro
Cuando quieres realizar un hechizo por tus propios medios, es importante escribir el conjuro.
Las oraciones que irán a expresarse deben pensarse y meditarse con mucho cuidado.
Todas tus peticiones, y afirmaciones serán lanzadas al universo y siempre se cumplirán si tienes dentro de ti esa convicción. Por eso, hay que hacerlas con cautela.
Al enviar una petición al universo, sin saberlo, te conectas con un sistema de deidades y un mundo completamente desconocido para nosotros.
Tampoco creas que un buen hechizo debe tener una rima, no es así, pero debe simplemente sonar armonioso al recitarlo.
También procura ser claro y conciso, que no haya dudas de lo que solicitas en tu petición.
El hechizo debe ser fácil de recordar, y tener ese ritmo armonioso que te comentamos.
Muchos brujos tienen unas palabras particulares para iniciar los hechizos, y también para culminarlos.
Unas frases que les agradan y que a medida que pasa el tiempo van perfeccionando y tomando lo que
funciona para ellos.
Mientras se evoca una oración de inicio de conjuro, hay que visualizar que la energía y la luz viajan y se canalizan a través de uno mismo.
una vez que te sientas alineado con las deidades, mediante una
nueva oración, pedirás lo que necesitas o solicitarás ayuda en lo que planeas hacer.
Por ejemplo:
“Tengo un deseo que debe ser cumplido. Te solicito (nombre de la deidad) lograr el perfecto (lo que sea) para (la razón que sea).
Solicito al Universo que me dé el poder necesario de todos los planos astrológicos, para que pueda obtener mi pedido anhelado.
De esta manera, atraigo específicamente hacia a mí (deseo) sin perjudicar la voluntad del universo, ni dañar a nadie.
Proclamo que este hechizo ya está hecho. El (deseo) es mío!
De ninguna manera este hechizo se invertirá, ni vendrá a mi ninguna maldición!
Que así sea!”
Siempre es importante añadir un agradecimiento a la deidad a la cual he convocado, aunque sea un hechizo simple.
Cuando hablamos de hechizos, debemos saber que podemos usar muchos elementos. Aquellos especiales para el ritual que deseamos realizar, y algún otro que queramos agregar.
Pueden ser velas, de los colores afines a nosotros o al fin buscado, piedras, cristales, tintas, pergamino, etc. Cuando armes el hechizo, hazlo practicando varias veces en alguna hoja, hasta que logres el texto adecuado, con el que te sientas cómodo al
repetirlo. Recuerda que los errores cometidos pueden ser costosos.

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