La magia de las piedras resulta familiar casi a cualquiera, porque la mayoría de la gente conoce al menos la existencia de las piedras de nacimiento, la piedra que se dice «pertenece» al mes de tu nacimiento. Existe también un amplio conocimiento relacionado con los poderes y usos mágicos de las piedras preciosas y semipreciosas.
Durante años se ha dicho comúnmente que las perlas producen lágrimas, los ópalos son mala suerte para algunos de los que los llevan y los diamantes representan la constancia del amor y por eso es por lo que se usan en los anillos de boda y compromiso.
Aunque el conocimiento de las piedras preciosas y semipreciosas es a menudo contradictorio (algunas autoridades mantienen que las perlas producen lágrimas de alegría y que los ópalos son buena suerte) esto no es importante, porque es una práctica cara que pocos de nosotros pueden permitirse.
Pero las piedras comunes de todos los días que ves tiradas en la calle o desentierras en tu patio; las que ruedan en las orillas de los ríos y playas, o están esparcidas como si una mano gigante las tirase en el campo, están poseídas de poderes que se pueden usar en magia igual que se puede hacer con las de gran valor comercial.
Simplemente porque una piedra se valiosa eso no le confiere ningún poder especial.
Es verdad, cuando mas rara es una piedra es mayor la mística que le rodea. Los diamantes son un ejemplo excelente de esto. Pero no son necesarios en magia. ¿Has recogido alguna vez rocas de forma ociosa durante unas vacaciones, embolsando cantos sin ninguna razón aparente? O quizá compraste un trozo reluciente de ágata o de onix en una tienda de regalos o de curiosidades. ¿Alguna vez te has preguntado por que?
Hace cientos de miles de años las rocas se usaban como herramientas. Ellas – y los huesos – eran las únicas herramientas disponibles, y las primeras gentes las usaban para recoger plantas como comida, para cazar, coser ropa y realizar cualquier tarea que no podían llevar a cabo con sus manos desnudas.
Hoy en día no pensamos mucho en las piedras, a menos que las encuentre un jardinero en la tierra y maldiga silenciosamente por el trabajo que le suponen. Pero pueden ser instrumentos valiosos en la magia, y son baratas y fácilmente obtenibles.
Durante años se ha dicho comúnmente que las perlas producen lágrimas, los ópalos son mala suerte para algunos de los que los llevan y los diamantes representan la constancia del amor y por eso es por lo que se usan en los anillos de boda y compromiso.
Aunque el conocimiento de las piedras preciosas y semipreciosas es a menudo contradictorio (algunas autoridades mantienen que las perlas producen lágrimas de alegría y que los ópalos son buena suerte) esto no es importante, porque es una práctica cara que pocos de nosotros pueden permitirse.
Pero las piedras comunes de todos los días que ves tiradas en la calle o desentierras en tu patio; las que ruedan en las orillas de los ríos y playas, o están esparcidas como si una mano gigante las tirase en el campo, están poseídas de poderes que se pueden usar en magia igual que se puede hacer con las de gran valor comercial.
Simplemente porque una piedra se valiosa eso no le confiere ningún poder especial.
Es verdad, cuando mas rara es una piedra es mayor la mística que le rodea. Los diamantes son un ejemplo excelente de esto. Pero no son necesarios en magia. ¿Has recogido alguna vez rocas de forma ociosa durante unas vacaciones, embolsando cantos sin ninguna razón aparente? O quizá compraste un trozo reluciente de ágata o de onix en una tienda de regalos o de curiosidades. ¿Alguna vez te has preguntado por que?
Hace cientos de miles de años las rocas se usaban como herramientas. Ellas – y los huesos – eran las únicas herramientas disponibles, y las primeras gentes las usaban para recoger plantas como comida, para cazar, coser ropa y realizar cualquier tarea que no podían llevar a cabo con sus manos desnudas.
Hoy en día no pensamos mucho en las piedras, a menos que las encuentre un jardinero en la tierra y maldiga silenciosamente por el trabajo que le suponen. Pero pueden ser instrumentos valiosos en la magia, y son baratas y fácilmente obtenibles.
¿Vives en la ciudad? Debe haber un parque en algún sitio, o un solar vacío.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario