martes, 29 de septiembre de 2015

La Cruz Celta. Origen -Usos

La cruz celta tiene un origen gaélico y procede de la fusión del símbolo cristiano de la cruz con el símbolo pagano del Sol (representado con el círculo).
Cuando San Patricio y los primeros cristianos llegaron a Irlanda no trataron, como otros grupos de la iglesia Católica, de exterminar todo vestigio de la cultura anterior y eliminar los elementos autóctonos, sino que los utilizaron para explicar a la gente el cristianismo. Trataron, no de suprimir las viejas instituciones paganas, sino de reconvertirlas, sin rechazar nada. Aceptaron la cruz celta como una representación cristiana y la incorporaron a la religión. Así nació el cristianismo céltico, que en España está reflejado en la catedral de Santa María de Bretona, en Galicia, una de las primeras en reconocerlo.
El símbolo comúnmente denominado cruz céltica es en realidad un antiguo símbolo solar indoeuropeo cuya presencia se puede atestiguar en Europa desde al menos la Edad del Bronce. Aparece en grabados rupestres, cerámica y otros soportes desde Escandinavia a la Península Ibérica. Tal vez por proceder del mismo origen que la esvástica es que se hicieron luego relaciones de pensamiento erróneas.
La historia de la cruz celta se remonta a más de 2000 años antes de Cristo, cuando a Bran El Bendito se lo representaba como el Sol. Este dios pagano que sacrificó su vida para salvar a la Celtia, fue quien empezó a dar forma a la cruz celta.
La leyenda cuenta que cuando los invasores Nórdicos, y Germánicos empezaron a entrar a la Celtia, Bran los expulsó en una terrible batalla donde murió. Sin embargo antes de morir le pidió a sus soldados que le cortasen la cabeza, la pusiesen en una cruz y la colocasen en un lugar alto desde donde podría ver si llegaban los enemigos, y luchar “desde el cielo” contra ellos. El sol en medio de una cruz, tal es la representación de la cruz original. Con la llegada del cristianismo y los primeros celtas católicos, mezclaron el simbolismo pagano de Bran, con la cruz católica dando origen a la cruz celta
Esta, por lo general, era adornada con simbolismos célticos, como trisqueles, dragones, caballos, venados, etc. También en la India (indoeuropea) aparece la rueda solar (con número variable de brazos) como un símbolo santo y venerable. Los celtas no se extinguieron con el cristianismo, es más, gran parte de lo que hoy conocemos como arte celta tiene un origen cristiano. Las cruces celtas más antiguas datan de los siglos III y IV después de Cristo y las más conocidas son de pleno período medieval.
Esta antigua cruz puede ser un poderoso amuleto para protegernos del mal y un talismán que nos ayude a mejorar la salud y la prosperidad.
Los celtas, al igual que los vikingos, con sus mitologías nórdicas, son los antepasados de gran parte de Europa. El pueblo celta se distribuyó por Europa central y occidental y fue cruelmente perseguido por la Roma Imperial. En el norte de Italia, un poderoso ejército de los Celtas de la Galicia pelearon contra los romanos y sellaron su destino con una trágica derrota. A partir de entonces, este pueblo se replegó paulatinamente y fue retirándose de España, Francia en Italia para ubicarse finalmente en Irlanda, Escocia, el País de Gales y el noroeste de Francia y España. La cultura celta permanece intacta a través de los siglos y sus símbolos nos recuerdan aquellos antiguos vates y bardos druidas impartiendo al pueblo sus enseñanzas espirituales y su poesía esotérica. Entre los símbolos que nos dejaron los druidas antiguos, la cruz celta es, sin lugar a dudas, una imagen que perdurará en el tiempo por su fuerza y poder espiritual.
CÓMO UTILIZAR ESTE TALISMÁN
La Cruz Celta representa por un lado la presencia del Cristo viviente y por otro la energía del Universo, simbolizada por el sol.
Una vez que se adquiere una cruz celta, debe programarse colgándola de un árbol o arbusto y dejar durante siete días expuesta a la radiación solar De ese modo potenciará su efecto energizante y protector.
Hay varias formas de emplearla:
• Ponerla a la entrada de la casa, para evitar que personas malintencionadas puedan entrar.
• Colgarla del cuello como escudo protector que rechace las energías negativas.
• Colocarla bajo la almohada cuando la persona sufra pesadillas o esté expuesta a influencias satánicas.
• Ubicarla sobre la cabecera de la cama, en caso de que haya algún enfermo que necesite sanación inmediata o también para augurar momentos felices de intimidad y ternura, y alejar los malos deseos de terceros para con la pareja.
• Esotéricamente, la cruz celta se emplea conjuntamente con el tarot, para leer el futuro en las cartas. Existe una antigua tirada de tarot llamada de la cruz celta que permite, por medio de este símbolo, acceder a información muy útil acerca del consultante.

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