-Elije un momento del día y un lugar tranquilo en el que nadie te moleste, asegúrate de vestir prendas cómodas para la meditación.
-Escoge un cristal en el cual te enfocaras. Explorarlo por todos sus sentidos, fíjate que parte del cristal te llama mas la atención, practica cerrando tus ojos y tratando de visualizar el cristal, luego colócalo en un lugar en el cual puedas verlo fácilmente. También puedes dejarlo en tu mano si así lo prefieres.
-Adopta una postura cómoda, manteniendo una postura recta para que fluya la respiración.
-Respira profundo, lento y pausado, gradualmente relaja el cuerpo, imagina que cada respiración libera una tensión. Cuando te sientas relajado solo pon tu atención en la respiración.
-Cuando te sientas listo haz conexión con el cristal, deja que el color te invada, que te cubra, siente su energía al rededor tuyo. Si brotan pensamientos, solo enfocate en el cristal. Si sostienes el cristal con la mano siente como la energía sube por tu brazo y llena tu cuerpo, tal vez sientas calor o ver una luz del color del cristal que se introduce en tu cuerpo. Concéntrate en la energía del cristal.
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